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PIOJO DE SAN JOSE

PIOJO DE SAN JOSE
(Diaspidiotus perniciosus Comstock)

Información sobre el Piojo de San José en Frutales de Hueso y Pepita y medidas de protección ante una plaga.

Descripción:

Esta plaga está citada en más de 150 especies vegetales, entre ellas todos los frutales de hueso. Es un hemíptero con un marcado dimorfismo sexual, pasando durante su desarrollo por diferentes estadios evolutivos hasta llegar a la fase adulta. Los únicos estadios móviles son las ninfas recién nacidas y los machos adultos. Inicialmente, las ninfas son de color amarillo, tienen un par de antenas y tres pares de patas, el cuerpo es ovalado y mide 0.2-0.3 mm. Las larvas fijas son de tamaño similar a las móviles y están recubiertas por unos filamentos blancos con los que inician la formación de su caparazón protector. En su interior se producen transformaciones tales como la pérdida de antenas y patas. Esta plaga pasa por dos estadios ninfales, cuya principal diferencia es el mayor tamaño del escudo en el segundo estadio. A partir de este estadio se produce el inicio de la diferenciación sexual. Mientras el caparazón de las hembras mantiene su forma circular, el de los machos va adquiriendo una forma elíptica. En su interior, se forman las antenas, patas y alas. Completado el desarrollo emerge el adulto. Los machos adultos tienen un tamaño aproximado de 1 mm, el cuerpo de una tonalidad amarillenta y las alas blanquecinas. El escudo dorsal de la hembra alcanza en su completo desarrollo un diámetro de 1.3 a 1.6 mm, bajo el que se encuentra su cuerpo de color amarillo, el escudo es de color gris con los exuvios (anillos correspondientes a las mudas) centrados. Esta plaga presenta tres generaciones anuales. Mayoritariamente pasa el invierno en forma de ninfa de primer y segundo estadio. A finales de febrero reinician su actividad, continuando su desarrollo hasta llegar, en el mes de marzo, a los estadios en los que se produce la diferenciación sexual. Generalmente, durante el mes de abril se inicia la fecundación de las hembras. Las larvas se desarrollan en el interior de las hembras fecundadas, que son vivíparas. La fecundidad en condiciones favorables puede llegar a 400 larvas por hembra. Al nacer se desplazan generalmente hacia las partes altas del árbol. Cuando encuentran el lugar apropiado para fijarse se inmovilizan definitivamente, comenzando a alimentarse. A partir de este momento, se inicia la formación del escudo.

El piojo de San José en frutales de hueso y pepita

Síntomas y daños:

Los síntomas más comunes se presentan sobre ramas, brotes y frutos cuando las poblaciones son muy altas. En cerezo, los ataques al fruto son muy excepcionales, porque su recolección es precoz. Éstos consisten en la presencia de los caparazones de las cochinillas, que pueden llegar a formar costras por sobreposición en ramas. En los frutos, la cochinilla tiene preferencia por situarse en la fosa calicina o peduncular. En el punto de fijación y alrededores aparece casi siempre una aureola rojiza provocada por la saliva tóxica que inyecta. Los daños, en principio, son proporcionales al número de cochinillas. Si los frutos están afectados quedan depreciados totalmente para la comercialización. En las partes leñosa, ramas y brotes, provoca un debilitamiento de las zonas afectadas que puede finalizar con el secado de las mismas, disminuyendo el potencial productivo.

Periodo crítico para el cultivo:

A partir del mes de mayo en adelante.

El piojo de San José en frutales de pepita y hueso

Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:

Existen varios métodos para el seguimiento del ciclo biológico de D. perniciosus, como el seguimiento del vuelo de machos mediante feromona sexual, pero más fiable es la realización de conteos para evaluar su presencia. Los mejores momentos para realizarlos son en cosecha, sobre 1.000 frutos, y en el periodo de la poda, revisando la madera cortada de 50 árboles.

Medidas de prevención y/o culturales:

La capacidad de diseminación de esta cochinilla por sí misma es muy reducida, siendo el hombre el principal agente al introducir material vegetal afectado. Resulta básico el empleo de plantones totalmente exentos de la plaga al realizar una nueva plantación.

Umbral/Momento de intervención:

Dado que el nivel de tolerancia es cero, el umbral es de presencia en los conteos que se realicen tanto en cosecha como en la poda.

PROTECTORES RECOMENDADOS PARA FRUTALES DE PEPITA O HUESO

Variedades: Albaricoque, Nectarina, Cerezo, Paraguayo, Ciruelo, Melocotonero, Manzano, Peral.

Protectores Cuidatree recomendados para frutales de pepita o hueso:

    • 40×14
    • 35×20
    • 55×20 perforado

Medidas alternativas al control químico:

Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.
 
  • Medios biológicos: Existen varios enemigos naturales, en la mayoría de los casos el control biológico es insuficiente para controlar esta plaga, dada su agresividad. Entre los más comunes en España está Encarsia perniciosi, varias especies del género Aphytis, de la familia Aphelinidae, el coleóptero Chilocorus bipustulatus, L y el ácaro Hemisarcoptes malus.
  • Control químico: El control se basa en iniciar el periodo vegetativo con bajo nivel de plaga, por lo que en caso de superarse el umbral en los controles de invierno, deberá realizarse un tratamiento entre el período de reposo invernal y prefloración. Excepcionalmente, puede realizarse un tratamiento dirigido a la segunda generación. Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Bibliografía:

http://www7.inra.fr/hyppz/species.htm La defensa de las plagas cultivadas. R. Bovey. Ediciones Omega S.A.

Plagas y enfermedades de las plantas cultivas. F. Domínguez García-Tejero. Ediciones Mundi-Prensa. Fichas de Sanidad Vegetal de las CCAA.