Mosca de las Alas manchadas
MOSCA DE LAS ALAS MANCHADAS
(Drosophila suzukii Matsumura)
Información sobre la Mosca de las Alas Manchadas en Frutales de Hueso y Pepita y medidas de protección ante una plaga.
Descripción:
Los huevos son depositados en el interior del fruto donde eclosionan y donde se desarrollan las larvas. Estos son ovalados, de color blanco lechoso y brillante al ser ovipositados, volviéndose más transparentes a medida que se acerca el momento de eclosión, pudiéndose ver la futura larva. Presentan en uno de sus extremos dos largos y finos filamentos respiratorios que sobresalen de la piel del fruto. Los huevos eclosionan entre uno y tres días después de la oviposición. Las larvas son ápodas, blanco-lechosas, con piezas bucales bien quitinizadas y negras. Su cuerpo es ahusado hacia la parte anterior y presenta unos espiráculos elevados en su parte trasera. Las larvas pasan por tres estadios antes de pupar; la de primer estadio mide aproximadamente 0,67mm de longitud y la de último estadio puede llegar a alcanzar los 3.5 mm. La pupa es cilíndrica, marrón rojizo, de unos 2-3 mm. de longitud, con un par de espiráculos (pequeñas protuberancias). La pupación puede darse tanto dentro como fuera del fruto afectado. Los adultos miden entre 3-4 mm de longitud. Sus ojos son de color rojo; esta coloración se oscurece con el tiempo en individuos muertos. Su cuerpo es marrón amarillento con bandas oscuras en el abdomen. Los rasgos más característicos son las dos manchas negras alares en los machos, aunque de forma excepcional éstas pueden faltar, y los dos pares de pintas tarsales sobre las patas frontales.
La identificación de las hembras no es tan evidente; disponen de un oviscapto aserrado y alargado que les permite hacer las incisiones en los frutos para ovopositar. A causa del parecido de Drosophila suzukii con la mosca del vinagre Drosophila melanogaster y con otros drosofílidos, se requiere el uso de lupa binocular para una correcta identificación. Su reproducción es muy rápida una semana a 21ºC y dos semanas a 18ºC, pudiendo completar hasta 13 generaciones al año. Prefieren un clima moderado, pero son capaces de sobrevivir en condiciones frías. La máxima actividad se produce sobre los 20ºC, y se reduce drásticamente por debajo de 0ºC y por encima de 30ºC. Son muy sensibles a la desecación (Humedad relativa menor del 30%). Los adultos son sexualmente maduros después de 1-2 días y pueden vivir entre 21 y 66 días, su fertilidad es muy alta (hasta 380 huevos/hembra). Inverna en estado adulto, refugiándose en sitios abrigados a menudo fuera de las plantaciones en refugios de vegetación perenne.
Síntomas y daños:
A diferencia de la mosca del vinagre Drosophila melanoganster que sólo afecta a los frutos muy maduros o ya en descomposición, Drosophila suzukii suele atacar a los frutos en buen estado. Entre los frutales de hueso los frutos más sensibles son las cerezas, aunque en algunos casos de presión muy alta de la plaga puede afectar también a ciruelas, melocotones, albaricoques y otros pequeños frutos. Al iniciarse la infestación, los frutos atacados no muestran ninguna señal de daño; sólo una observación detallada permite apreciar una picadura del tamaño de una aguja de coser (que se corresponde con el orificio hecho por la hembra para ovopositar). El daño se produce cuando las larvas emergen del huevo y empiezan a alimentarse de la pulpa del fruto. Aproximadamente a los dos días de la eclosión de las larvas, se colapsa la parte del fruto donde éstas se alimentan, volviéndose de color marronáceo en el caso de las cerezas y produciéndose un sangrado muy característico. Esto hace al fruto más susceptible de ser infectado por hongos o bacterias que aceleran su descomposición. En el caso de las cerezas, inicialmente se podría confundir con un ataque de la mosca de la cereza Rhagoletis cerasi, con la diferencia de que los frutos atacados por D. suzukii pueden presentar un mayor número de “picaduras”. Posteriormente, con D. suzukii las cerezas pierden por completo su consistencia y llegan a gotear zumo, cosa que no sucede cuando el ataque se debe a R. cerasi.
Período crítico para el cultivo:
El porcentaje más elevado de puestas de huevos viables se produce en el periodo de maduración, por lo que es necesario proteger los frutos desde el inicio de la maduración hasta la cosecha. Si durante este periodo de máxima sensibilidad del fruto se producen condiciones meteorológicas favorables para el desarrollo de la mosca como son humedad relativa elevada y temperaturas suaves, será necesario extremar la vigilancia.
Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:
Se ha observado diferencias importantes de capturas en función de la ubicación de las trampas, y del tipo empleado, obteniéndose de manera general más capturas en los mosqueros situados en zonas sombrías del árbol respecto a los expuestos al sol. También se ha observado los desplazamientos de la plaga entre las parcelas de cultivo y las áreas colindantes en momentos en ausencia de frutos, después de finalizada la cosecha, y en época invernal. En muchos casos las primeras detecciones se han producido en áreas boscosas antes qué en las zonas de cultivo, por la que se recomienda instalar las trampas también en estos ambientes. Los sistemas utilizados para la detección y seguimiento de las poblaciones de Drosophila suzukii se basan en trampas tipo mosquero cebadas con atrayentes alimenticios, cuyo componente principal suele ser el vinagre de sidra o el vino de uva o cereza en diferentes proporciones.
Estos sistemas son eficaces para realizar un buen seguimiento de la plaga, aunque tienen el inconveniente que el atrayente se degrada con rapidez, por lo que es necesario renovarlo semanalmente para mantener constante el poder de atracción. Dada la reciente introducción de esta plaga estos sistemas están actualmente en estudio. Existen en el mercado trampas y atrayentes con gran capacidad de atracción y selectividad.
Medidas de prevención y/o culturales:
Es fundamental extremar la limpieza (eliminación del destrío, recoger toda la cosecha…), porque cualquier fruta que permanezca en el campo le sirve como fuente de alimento y multiplicación. Se debe mantener la parcela limpia de frutos afectados, retirando de los árboles o de las plantas los frutos con síntomas o sobre madurados y enterrarlos, o destruirlos convenientemente para evitar la difusión de la plaga. Es importante no retrasar la recolección, así como favorecer la ventilación de la parcela (densidad de plantación, poda…).
PROTECTORES RECOMENDADOS PARA FRUTALES DE PEPITA O HUESO
Variedades: Albaricoque, Nectarina, Cerezo, Paraguayo, Ciruelo, Melocotonero, Manzano, Peral.
Protectores Cuidatree recomendados para frutales de pepita o hueso:
- 40×14
- 35×20
- 55×20 perforado
Umbral/Momento de intervención:
Actualmente no hay fijado un umbral de intervención ya que dependerá de la ubicación, modelo de trampa y el atrayente utilizado. Hay muchos factores que influyen en la etología de D. suzukii, de los que se tiene poco conocimiento, como son entre otros la supervivencia del insecto en ausencia de frutos en el cultivo, las condiciones adversas en los periodos secos o la interacción con el medio natural colindante.
Medidas alternativas al control químico:
Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.
- Medios biológicos: Los parasitoides Pachycrepoideus vindemmiae (Chalcidoidea: Pteromalidae) y Leptopilina boulardi (Cynipoidea: Figitidae: Eucoilinae) han sido detectados parasitando larvas y pupas de Drosophila suzukii.
- Medios biotecnológicos: Actualmente se están realizando ensayos para cuantificar la eficacia de la captura masiva.
- Medios químicos: Se debe proteger el cultivo desde el inicio de la maduración hasta su recolección. Aunque puntualmente se consiga una reducción de las poblaciones de D. suzukii, es preciso tener presente las resistencias que se pueden producir como consecuencia del uso reiterado de los productos fitosanitarios sobre sus poblaciones, así como el efecto sobre las posibles especies de artrópodos beneficiosos. Los tratamientos fitosanitarios se deben realizar respetando, no solo las autorizaciones de uso, sino que también la compatibilidad con programas de gestión integrada de plagas. Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
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