Cuidatree

Mosca de la Cereza

MOSCA DE LA Cereza
(Rhagoletis cerasi Linnaeus)

Información sobre la Mosca de la Cereza en Frutales de Hueso y Pepita y medidas de protección ante una plaga.

Descripción:

La mosca de la cereza es un díptero de la familia Tephrytidae específico de cerezo y guindo, presente en todas las zonas de cultivo de España. Como los adultos vuelan, las reinfecciones en zonas de minifundio son muy frecuentes, y suelen ser las parcelas colindantes a fincas abandonadas, no tratadas o no cosechadas donde se concentran los mayores daños. Todas las variedades son susceptibles de ataque porque el vuelo coincide con el periodo de receptividad en todas ellas. Las de media estación (tipo Van, Sunburst…) o las tardías (tipo Ambrunés, Lapins…) suelen ser las más afectadas, al coincidir con el riesgo más tiempo. Además, al permanecer más tiempo en campo, da lugar a que la plaga alcance el final de la fase larvaria y sea más fácil de detectar. Los adultos miden entre 3 y 5 milímetros, son claramente identificables por la mancha en V del extremo de sus alas, y el color amarillo del final del tórax, emergen de forma escalonada entre finales de abril y julio. Tiene sólo una generación al año. La hembra deposita el huevo bajo la piel del fruto, generalmente uno por cereza. La larva realiza inicialmente una estrechísima galería paralela a la puesta, para introducirse luego en la pulpa buscando la zona del hueso. Las galerías son difíciles de detectar en sus primeros estadios (L1-L2) porque la larva (translúcida) se confunde con la pulpa. Cuando finaliza la fase larvaria (3 estadios), sale del fruto realizando un orificio que delata su presencia. Pupa en el suelo, donde se entierra ligeramente, permaneciendo allí hasta la campaña siguiente, aunque un pequeño porcentaje puede tardar 1 o 2 años más en emerger. Durante los periodos lluviosos el vuelo se ralentiza, pero no se anula. Tiene sólo 1 generación/año.

La mosca de la cereza en frutales de pepita

Síntomas y daños:

La identificación de los primeros estadios de desarrollo, es muy muy difícil de detectar, incluso con lupa binocular y 25 aumentos. Cuando la larva está finalizando su ciclo, roe la carne de la pulpa próxima al hueso, durante esta fase la cereza parece más blanda al tacto y pierde parte de su brillo.

Período crítico para el cultivo:

Según la presión y emergencia de la plaga, desde que los frutos comienzan a ser receptivos, entre cereza color pajizo o cambio de color a rosa, hasta la recolección. El riesgo se incrementa cuando se deja cosecha sin recolectar, en el entorno de parcelas abandonadas o no tratadas y en las proximidades a cauces de agua.

Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:

La mosca de la cereza en frutales de hueso

Se pueden determinar las poblaciones de la plaga y su evolución, utilizando trampas. Las cromotrópicas amarillas, sin complemento alguno, resultan eficaces, aunque en condiciones de riesgo alto de plaga se recomiendan los mosqueros con atrayentes alimenticios sólidos y un insecticida. Las trampas deben ser revisadas al menos dos veces por semana, hasta el inicio del vuelo, y posteriormente cada semana para disponer de datos fiables sobre el periodo de tratamiento. El ataque puede pasar desapercibido al desarrollarse la larva dentro del fruto, se recomiendan muestreos para extraer las larvas dejando la fruta evolucionar hasta 21 días.

Medidas de prevención y/o culturales:

Laboreo para destrucción de pupas. Mantener limpia la plantación de restos de fruta picada. Cosechar toda la fruta, o eliminar la fruta no recolectada.

PROTECTORES RECOMENDADOS PARA FRUTALES DE PEPITA O HUESO

Variedades: Albaricoque, Nectarina, Cerezo, Paraguayo, Ciruelo, Melocotonero, Manzano, Peral.

Protectores Cuidatree recomendados para frutales de pepita o hueso:

    • 40×14
    • 35×20
    • 55×20 perforado

Umbral/Momento de intervención:

No está definido para el cultivo un umbral concreto. Por su peligrosidad, dado que la tolerancia comercial es cero, debe actuarse contra la plaga siempre que se detecte o prevea su presencia en la parcela, y con la antelación necesaria para evitar los daños a la cosecha.

Medidas alternativas al control químico:

Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.

  • Control biológico: No hay alternativa eficaz para el control de esta plaga.
  • Medios biotecnológicos: En condiciones de minifundio los sistemas de captura masiva de adultos o el de atraer y matar, no suelen ser eficaces.
  • Medios químicos:  Las aplicaciones pueden dirigirse sólo contra adultos, utilizando tratamientos cebo, o también contra las larvas realizando aplicaciones a toda la copa del árbol. Para que el cebo sea eficaz, se aplicará en las zonas más soleadas del árbol y la distancia máxima entre puntos de cebo será de 8-10 m. Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Bibliografía:

http://www7.inra.fr/hyppz/RAVAGEUR/6rhacer.htm La defensa de las plantas cultivadas. R. Bovey. Ediciones Omega S.A.

Plagas y enfermedades de las plantas cultivadas. F. Domínguez García-Tejero. Ediciones Mundi-Prensa.