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PODREDUMBRE PARDA DE LOS FRUTALES DE HUESO

PODREDUMBRE PARDA DE LOS FRUTALES DE HUESO (Monilinia spp.)

Información sobre la Podredumbre parda de los frutales de hueso y medidas de protección ante estas enfermedades.

Descripción:

Esta enfermedad puede ser causada por cada uno de los tres hongos ascomicetos siguientes Monilinia laxa (Aderhold & Ruhland) Honey, Monilinia fructigena Honey ex Whetzel, y Monilinia fructicola (Winter) Honey. M. laxa es la especie más importante en España, pero M. fructicola es considerada más virulenta en otras partes del mundo y debe ser objeto de especial seguimiento.

Aunque hay diferencias morfológicas entre las tres especies de Monilinia, su diagnóstico más fiable es mediante técnicas basadas en análisis de ADN. Las tres especies causan una sintomatología muy similar.

Afecta a todas las especies de los frutales de hueso, con marcada sensibilidad en algunas variedades de melocotón, nectarina y ciruelo como Black Diamond, Black Gold, Larry Ann, Sun Gold… En cerezo, los cultivares de floración muy abundante suelen ser los más sensibles (Sunburst, Lapins, Sweet heart…), siendo Van una de las variedades más afectadas.

Inverna en forma de micelio o conidias en flores o frutos momificados, que se encuentran en el árbol o en el suelo, además de en brotes o ramas infectadas. 

Ésta es la fuente de inóculo para que cuando las condiciones climáticas sean las adecuadas, alta humedad y temperaturas suaves (15-20ºC), se infecten nuevos órganos. Las conidias son dispersadas por el viento, el agua y los insectos. Tras la infección de las flores, se liberan nuevas conidias para ciclos secundarios de la enfermedad. Al mismo tiempo, el micelio avanza hacia el fruto recién formado y hacia el brote formando chancros. El fruto, según va madurando, se hace más sensible a la infección. Las conidias penetran en los frutos por heridas o aberturas naturales. A partir de granizadas se incrementan sustancialmente los daños.

PODREDUMBRE PARDA DE LOS FRUTALES DE HUESO (Monilinia spp.)

Síntomas y daños:

Los primeros síntomas se producen a inicio de primavera, provocando marchitez en flores y brotes. Las flores infectadas quedan pegadas al brote, y sobre los brotes infectados se producen chancros que son fuente de inóculo. Durante la primavera-verano, con condiciones favorables de humedad y temperatura, se producen las infecciones sobre los frutos. Estas se inician con pequeñas manchas pardas que evolucionan rápidamente a podredumbres, pudiendo infectar a otros frutos sanos. Las infecciones pueden quedar latentes y aparecer en los procesos de almacenaje o comercialización. Estos daños de postcosecha son los que tienen más importancia económica y se incrementan proporcionalmente en el periodo de almacenamiento. Por ello, es una enfermedad de gran importancia en envíos de frutas a largos destinos, y la causante de la mayor parte de los destríos. Los frutos atacados permanecen sobre el árbol dando lugar a las típicas momias.

Periodo crítico para el cultivo:

La floración y las últimas semanas antes de la recolección si las condiciones son favorables. Como ya se ha dicho, una gran parte de los daños se producen en el periodo que va desde la cosecha hasta el consumo.

Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:

Se pueden utilizar captaesporas para detectar la contaminación y realizar observaciones visuales de presencia de la enfermedad.

Medidas de prevención y/o culturales

Retirar y destruir de los árboles todas las partes afectadas y especialmente los frutos momificados. Favorecer la aireación (densidad y orientación de plantación, poda…). Restringir los abonados nitrogenados y forzar el fósforo y el potasio. Ajustar las dotaciones de riego a las necesidades del cultivo. Asegurar la limpieza e higiene de los envases donde se recolecta la fruta. Durante la recolección, evitar cualquier herida que pueda favorecer la penetración del hongo. Favorecer la rápida entrada en condiciones de refrigeración de la fruta, tras la recolección.

Umbral/Momento de intervención:

No hay un umbral definido, tratamiento preventivo con climatología favorable para el desarrollo de la enfermedad, humedad alta y temperaturas de 15-20ºC.

PROTECTORES RECOMENDADOS PARA FRUTALES DE PEPITA O HUESO

Cultivos: Albaricoque, Nectarina, Cerezo, Paraguayo, Ciruelo, Melocotonero, Manzano, Peral.

Protectores Cuidatree recomendados para frutales de pepita.y hueso:

    • 40×14
    • 35×20
    • 55×20 perforado.

Medidas alternativas al control químico:

Para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.

Medios químicos:

Los tratamientos con fungicidas autorizados son de carácter preventivo y deben realizarse en los estados fenológicos de botón rosa, floración, inicio de la caída de pétalos y antes de la recolección, especialmente en años lluviosos.

Existe una amplia gama de fungicidas específicos contra esta enfermedad para su aplicación en vegetación y en las proximidades de cosecha con un plazo de seguridad reducido. Los tratamientos postcosecha autorizados pueden atenuar los daños producidos por esta enfermedad. Es importante alternar materias activas con distinto modo de acción.

Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Bibliografía:

Fichas del Servicio de Sanidad Vegetal del Gobierno de Extremadura.

La moniliosis en los frutales de hueso y en el almendro. Centro de Protección Vegetal. Gobierno de Aragón.