La empresa Cuidatree, del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández de Elche, vende en Sudamérica tras el rechazo inicial que causó su invento sostenible.
De la necesidad, virtud. Corría el año 2009 y las plantaciones de cítricos de Pedro Fluxá en Orihuela y San Miguel de Salinas estaban siendo atacadas por conejos. Tiró de métodos tradicionales, como protectores de plástico y mallas metálicas y nada, el mamífero seguía haciendo de las suyas. Entonces pasaron al plan b y probaron con otros materiales hasta que dieron con uno, fabricado con fibra de madera, con el que el cultivo quedaba intacto.
Pensó entonces en fabricarlo a nivel industrial, sin embargo, este material natural y orgánico no parecía tener salida en el mercado. Fluxá recuerda la «incredulidad y desconfianza» que generaban al principio estos protectores entre los expertos del sector, ya que no concebían que estos pudieran ser de otro material diferente al plástico o al alambre, que es el que copaba el mercado. Tras dos años de tenacidad, nacía oficialmente en 2011 Cuidatree, mercantil que forma parte del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche.
“El material que utilizamos en Cuidatree se degrada en unos seis años, lo que destaca frente a los 150 que tarda en desaparecer el plástico. Además, es asimilado más rápidamente por el suelo sin repercutir negativamente en el medioambiente”, señala el director ejecutivo de la compañía, Pedro Fluxá.
Con esta carta de presentación, en estos más de 10 años de recorrido, la mercantil nacida de la universidad ha acabado saltando al mercado internacional, captando clientes tanto en este lado del Atlántico, sobre todo en Portugal, como también en Sudamérica, especialmente en Chile.
Tanto a distribuidores, clientes finales y de reforestación en toda España, Cuidatree ha pasado de la incredulidad inicial a la aceptación en un sector, el de la agricultura, que suele tener estructuras mentales fijas. Y todo por hacer uso de un recurso natural ideado para espantar conejos en la huerta de la Vega Baja.