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LA POLILLA DEL RACIMO

LA POLILLA DEL RACIMO (Lobesia botrana Den. y Schiff.)

Información sobre la Polilla del Racimo en la Uva de transformación y medidas de protección ante una plaga.

Descripción:

Es un pequeño lepidótero de unos 6 mm. de longitud y 12 mm de envergadura, de la familia de los Tortrícidos, que está presente, con mayor o menor intensidad, en todas las zonas vitícolas del país. Por ahora es la principal plaga del cultivo. Los huevos son de forma lenticular y aplanados, de unos 0.8 mm de diámetro y su coloración va cambiando a medida que van madurando; inicialmente son transparentes y brillantes (blancos), luego adquieren tonos amarillentos (amarillos) y previo a su eclosión se ve la larva con la cabeza oscura (huevos cabeza negra). Las orugas pasan por 5 estadios larvarios evolucionando de 1 mm al nacer a 1 cm antes de crisalidar. Tienen la cabeza marrón a diferencia de las orugas de piral (Sparganothis pilleriana), que tienen la cabeza negra. Las crisálidas son de color marrón y están protegidas por una envoltura algodonosa. En general tiene tres generaciones, aunque algunos años puede tener un desarrollo parcial de cuarta generación.

LA POLILLA DEL RACIMO (Lobesia botrana Den. y Schiff.)

Síntomas y daños:

Pasa el invierno en forma de crisálida. Los adultos emergentes ponen los huevos de la primera generación sobre las brácteas que cubren los botones florales y las orugas actúan sobre los mismos formando los glomérulos. Las mariposas de la segunda y tercera generación ponen los huevos directamente sobre las bayas del racimo y cada oruga va penetrando de una baya a otra contigua, produciendo heridas que facilitarán la infección de las podredumbres, cuyo desarrollo dependerá ya de las condiciones meteorológicas. Los daños iniciales de la plaga son los realizados directamente por las orugas, pero en condiciones favorables se agravan por la acción de las podredumbres fúngicas o la podredumbre ácida, magnificando las pérdidas de cosecha y la pérdida de calidad del mosto.

Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:

El vuelo de los adultos de las diferentes generaciones se hace con trampas modelo Delta y feromonas. La información que obtenemos será la curva de vuelo de cada generación, la cual nos indicará el momento de ir al campo para hacer los conteos y valoraciones del nivel real de la plaga, que es el número de huevos puestos encima de las bayas y el seguimiento de su evolución. Con los conteos de huevos definimos dos valores: el nivel de plaga indicando el nº de racimos atacados/100 racimos y la intensidad de la plaga considerando el nº de huevos/100 racimos o de focos/100 racimos. Como cada huevo da lugar a una larva que producirá un foco determinado (grupo de bayas contiguas afectadas), la intensidad de la plaga se valora de las dos formas.

La polilla del racimo en la uva de transformación

Medidas de prevención y/o culturales:

Para una buena eficacia en la protección de los racimos, es necesaria una poda en verde que despeje los racimos de hojas de vegetación.

Umbral/Momento de intervención:

Dependiendo de las zonas productoras, del volumen y evolución de la plaga y de las condiciones del cultivo, se recomienda tratar o no la primera generación. La segunda generación es recomendable hacerlo a partir del 10% de racimos con puesta y en la tercera a partir del 5 %.

Medidas alternativas al control químico:

Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico:

  • Medios biológicos: La fauna útil, ya sea el parasitismo sobre huevos y larvas, es muy escaso. Sobre crisálidas invernantes hay una cierta incidencia de los Hymenópteros Dibrachys affinis y D. cavus.
  • Medios tecnológicos: Si se utiliza la técnica de la confusión sexual, deben colocarse los difusores justo cuando se detecten las primeras capturas de la primera generación, cosa que ocurre normalmente antes de iniciarse la brotación. Para una buena eficacia deben cumplirse algunas condiciones: distribución homogénea de los difusores, una superficie mínima en la que todas las parcelas de vid que están dentro se apliquen la confusión sexual. Cuanto mayor sea esta superficie, mayor será la eficacia general de la zona.

Medios químicos:

La lucha contra la plaga se puede realizar en diferentes momentos de la evolución de los huevos y larvas según el producto que se utilice. Así se definen cuatro momentos: inicio del vuelo, período de puesta, inicio de eclosión y máxima eclosión de los huevos.

Bibliografía:

Para más datos consultar: “Los parásitos de la vid. Estrategias de Protección Razonada” coedición, MAPA y Mundi-Prensa. 5ª edición, 2004. “Manejo Integrado de plagas y enfermedades de la vid”. Gonçal Barrios y Joan Reyes. Phytoma España, nº 218, Abril 2010. “Plagas y enfermedades del viñedo en La Rioja” José Luis Pérez-Marín. Gobierno de La Rioja, 2012.

PROTECTORES RECOMENDADOS PARA VIña

Variedades: Bobal, garnacha Tintorera, Macabeo, Tempranillo, Cabernet Sauvignon.

Protectores Cuidatree recomendados para vid:

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