Cuidatree

GUSANO CABEZUDO EN FRUTALES DE HUESO Y PEPITA

GUSANO CABEZUDO EN FRUTALES DE HUESO Y PEPITA(Capnodis tenebrionis Linnaeus)

Información sobre el Gusano Cabezudo en Frutales de Hueso y Pepita y medidas de protección ante una plaga.

Descripción:

Coleóptero que afecta principalmente a frutales de hueso (ciruelo, melocotonero, albaricoquero y cerezo) y en menor medida a frutales de pepita. Los ataques de esta plaga son más acusados en plantaciones viejas, aunque también se pueden iniciar en las jóvenes, especialmente en secano, así como en riego deficitario y parcelas abandonadas. El tamaño de los adultos oscila entre 16-30 mm, son de color negro mate, cabeza ancha y pronoto corto, ancho y elíptico, de color blanco con manchas negras. Presentan un par de alas anteriores endurecidas (élitros) que protegen las alas verdaderas. Habitualmente la hembra es más grande que el macho, además el último segmento abdominal es trapezoidal en los machos y acampanado en las hembras. Al tocarlos quedan inmóviles, haciéndose los muertos. Los adultos invernantes muestran un aspecto sucio, mientras que los de reciente emergencia son limpios y brillantes.

Los huevos son blancos, ovoides, miden de 1,5-1 mm de diámetro y son difíciles de localizar al impregnarse de partículas de tierra. Las larvas son blancas, ápodas y de consistencia blanda. Miden unos 2 mm al nacer, llegando hasta los 60-70 mm en su máximo desarrollo. Presentan unas potentes mandíbulas negras insertadas en el protórax mucho más ancho que el resto del cuerpo, donde aparece un surco en forma de “V” característico. Pasan por estado de preninfa, la larva se endurece y pasa de blanca a marfil; y estado ninfa, oscureciéndose y endureciéndose los élitros hasta alcanzar el estado adulto.

Durante el invierno nos encontramos en las raíces larvas de diferentes tamaños, mientras que el adulto lo pasa refugiado en malas hierbas, bajo piedras… produciéndose la mortandad de un porcentaje de ellos. Los adultos reanudan su actividad con la subida de temperaturas en el mes de febrero-marzo, dirigiéndose a las copas de los árboles para alimentarse de hojas y brotes tiernos, provocando una defoliación característica. En mayo-junio, tras el apareamiento, las hembras se dirigen al suelo a realizar la puesta, muy condicionada por la temperatura, comenzando habitualmente tras unos 10 días con temperaturas medias de 20ºC. La puesta se realiza cerca del tronco, a unos 40-50 cm de distancia, y a una profundidad de entre 3 y 12 mm. Cada hembra pone una media de 300 huevos, preferentemente en zonas secas. Las larvas recién nacidas penetran en las raíces y troncos de los árboles, forman galerías llenas de serrín al alimentarse, completando su ciclo en 1 ó 2 años. Cuando alcanzan su completo desarrollo realizan la ninfosis durante el verano, siendo a mediados de julio-agosto cuando se produce la mayor emergencia de adultos.

El gusano cabezudo en frutales de hueso y pepita

Síntomas y daños:

Hay dos tipos de daños, por una parte, el que produce el adulto y que consiste en mordeduras en el peciolo de la hoja (con la consiguiente defoliación), por otro los daños producidos por las larvas, que son los más graves, ya que se alimenta de las raíces y el cuello del árbol, produciendo un debilitamiento del mismo y ocasionando en muchos casos la muerte del árbol.

El gusano cabezudo en frutales de pepita y hueso

Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:

Para medir la población de adultos existen diferentes métodos: detectar la presencia/ausencia de escarabajos o síntomas de ataque (hojas cortadas), contabilizar la presencia de adultos sobre una rama por cada orientación o golpeando la copa con un mazo de goma. Según la época en la que se realicen, se medirá la retirada del refugio invernal (marzo-abril) o la emergencia de los nuevos adultos (julio-agosto). Para hacer un seguimiento del momento en que se realiza la puesta y su evolución, introducir en un evolucionario 10 parejas de adultos, con una bandeja de tierra cribada y brotes tiernos para su alimentación. La tierra se cribará periódicamente para detectar los huevos (Garrido et al., 1987).

Medidas de prevención y/o culturales:

Recogida manual y muerte de escarabajos. Incrementar la frecuencia de riegos y la superficie mojada. Arrancar y quemar los árboles afectados eliminando el máximo de raíces. Las hembras suelen concentrar la puesta en los árboles más debilitados, para favorecer a las larvas el ataque radicular, por lo que vigorizar el árbol minimizará el ataque.

PROTECTORES RECOMENDADOS PARA FRUTALES DE PEPITA O HUESO

Variedades: Albaricoque, Nectarina, Cerezo, Paraguayo, Ciruelo, Melocotonero, Manzano, Peral.

Protectores Cuidatree recomendados para frutales de pepita o hueso:

    • 40×14
    • 35×20
    • 55×20 perforado

Umbral/Momento de intervención:

Un adulto por árbol es el umbral que justifica el tratamiento, aunque en secano y riego por goteo los tratamientos se iniciaran al detectar su presencia.

Medidas alternativas al control químico:

Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.

  • Medios biológicos: Como enemigos naturales hay nematodos entomopatógenos que atacan las larvas.
  • Medios químicos:  El control irá dirigido contra adultos, siendo críticos 2 momentos: tras la salida invernal y antes del inicio de las puestas (mayo-junio) o tras la emergencia de los nuevos adultos (julio-agosto). También se pueden complementar con tratamientos en la época otoñal antes de que se refugien los adultos. Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El tratamiento contra larvas es actualmente imposible por la ausencia de productos registrados.

Bibliografía:

Fichas del Servicio de Sanidad Vegetal del Gobierno de Extremadura.