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HONGOS DE LA MADERA DE LA VID

Hongos de la madera de la vid: Plantas jóvenes y plantas adultas

Información sobre los hongos de la madera de la vid y medidas de protección ante estas enfermedades.

Hongos de la madera de la vid: Plantas jóvenes y plantas adultas

Descripción:

Las enfermedades de la madera afectan tanto a planta joven como adulta. Están causadas por hongos patógenos cuya característica común consiste en una alteración interna de la madera de la planta, ya sea por necrosis o pudrición seca, provocando una reducción del desarrollo y menor vigor, ausencia o retraso de la brotación, acortamiento de entrenudos, clorosis en hojas y/o marchitez, y un decaimiento general que puede acabar con la muerte de la planta.

Síntomas y daños: Plantas Jóvenes

Enfermedad de Petri: Causada por hongos pertenecientes al género Phaeoacremonium, y las especies Phaeomoniella chlamydospora y Cadophora luteo-olivacea. Estos hongos afectan principalmente a la parte basal del patrón, colonizando los tejidos xilemáticos, de modo que al realizar cortes transversales y longitudinales de la madera se observan pequeñas punteaduras o estrías necróticas, respectivamente, correspondientes a los vasos dañados, observándose en ocasiones exudaciones gomosas. Los síntomas de la enfermedad incluyen retraso en el desarrollo y escasa vitalidad, brotes con entrenudos cortos, hojas de menor tamaño y cloróticas, y en algunos casos, la muerte de las plantas.

Pie negro:
Causado por especies pertenecientes a los géneros Campylocarpon, “Cylindrocarpon”, Cylindrocladiella e Ilyonectria, que afectan al sistema radicular y a la base del patrón, provocando lesiones necróticas y una reducción de la masa radicular.

Síntomas y daños: Plantas Adultas

Yesca: Causada principalmente por el hongo basidiomiceto Fomitiporia mediterranea que provoca una podredumbre seca y esponjosa de la madera en las zonas centrales del tronco y/o brazos que aparece separada por una línea negra de otra zona más exterior, de consistencia dura, en la que se aprecian puntos o estrías necróticas en los que se pueden encontrar Phaeoacremonium spp. y Phaeomoniella chlamydospora. Externamente se puede presentar bajo dos formas: lenta y rápida o apopléjica. En la primera, las hojas muestran en las zonas internerviales coloraciones amarillentas en las variedades de uva blanca y rojizas en las tintas, que posteriormente evolucionan a necrosis. Los racimos pueden llegar a pasificarse prematuramente. Estos síntomas pueden manifestarse de forma crónica en algunas plantas y de forma totalmente errática en otras, mostrándolos un año pero no al siguiente. En la forma apopléjica se produce la muerte repentina de la planta, generalmente en los meses de verano.


Eutipiosis: Causada por especies pertenecientes a la familia Diatrypaceae, siendo la especie Eutypa lata la más frecuente. La madera atacada por estos hongos presenta, en sección transversal, una necrosis sectorial de color oscuro y de consistencia dura. Las plantas afectadas muestran brotes débiles, con entrenudos cortos, hojas más pequeñas y algo deformadas, cloróticas y con necrosis, generalmente marginales. Los racimos, de aspecto normal hasta la floración, pueden sufrir un fuerte corrimiento. Brazo negro muerto Causado por especies de la familia Botryosphaeriaceae como Diplodia seriata o Neofusicoccum parvum, etc., que producen unos síntomas similares a los de eutipiosis: las yemas no brotan en primavera o dan lugar a pámpanos muy débiles. Además, se observan necrosis sectoriales y de consistencia dura en la madera que, en sus primeras fases afectan a uno solo de los brazos de la planta, causando su desecación y muerte.

Dispersión e infección:

En general, los hongos que causan las enfermedades de Petri y del pie negro de la vid se caracterizan por ser habitantes comunes del suelo. Algunas de estas especies producen estructuras de resistencia que les permiten sobrevivir durante largo tiempo en ausencia de hospedante. En el caso de los basidiomicetos asociados a la yesca, y los hongos que causan la eutipiosis y la enfermedad del brazo negro muerto, su dispersión se produce por esporas a través del viento y del agua de lluvia, medios a través de los cuales también pueden transmitirse las esporas de los hongos que causan la enfermedad de Petri. Muchos de estos hongos sobreviven y presentan diferentes formas de producción de esporas en la madera muerta y en los restos de poda abandonados, que pueden constituir una importante fuente de inóculo. Respecto a la infección de las plantas, se sabe que los hongos causantes de la enfermedad del pie negro infectan a las vides a través de heridas en las raíces o en la parte basal del patrón que está en contacto con el suelo. En cambio, los hongos causantes de la yesca, la eutipiosis y la enfermedad del brazo negro muerto penetran en las plantas a través de las heridas de poda que se producen en la parte aérea de la planta. Los hongos causantes de la enfermedad de Petri pueden penetrar en la planta tanto a través de las raíces, como a través de las heridas de poda. 

Medidas de prevención y/o culturales:

Para nuevas plantaciones usar material vegetal de alta calidad fitosanitaria y que presente un buen aspecto: grosor adecuado del patrón, callo basal bien cicatrizado, distribución uniforme de las raíces en la circunferencia del callo, y zona del injerto sin roturas y una cobertura uniforme con cera. Realizar una plantación adecuada, sin causar heridas en la planta, evitando condiciones de estrés durante los primeros años: no plantar en suelos compactados y/o anegados, evitar riegos excesivos o períodos prolongados sin agua, usar una fertilización adecuada sin forzar la producción Podar con tiempo seco evitando las heridas gruesas, dejando transcurrir unos días sin podar después de una lluvia o una nevada. Proteger las heridas grandes de poda con un producto protector autorizado. En el momento de la poda, si se observa necrosis o podredumbre en un brazo, cortar hasta encontrar tejido sano, o rejuvenecer la planta a partir de brote basal. En el caso de cepas adultas con podredumbre esponjosa interna, abrir parte del tronco verticalmente y limpiar la zona afectada hasta llegar al tejido sano, manteniendo después abierta la hendidura para falicitar aireamiento. Destrucción de la madera muerta y de los restos de poda. Desinfestar los útiles de poda entre plantas.

Medidas alternativas al control químico:

Para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.

Medios químicos: Protección de las heridas de poda con los productos autorizados en el registro para este cultivo y uso.

Bibliografía:

 “Los parásitos de la vid. Estrategias de Protección Razonada”. Coedición, MAPA y Mundi-Prensa. 5ª edición, 2004. García-Jiménez J., Raposo R. y Armengol J., “Enfermedades fúngicas de la madera de la vid”. Pags.161-173 en: R. F. Jiménez Díaz y E. Montesinos Seguí, eds. Enfermedades de las plantas causadas por hongos y oomicetos. Naturaleza y control integrado. SEF-Phytoma-España, 2010.

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Variedades: Bobal, garnacha Tintorera, Macabeo, Tempranillo, Cabernet Sauvignon.

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