Clitra, gareluca o escarabajillo
CLITRA, GARELUCA O ESCARABAJILLO (Labidostomis lusitanica)
Información sobre la Clitra, Gareluca o Escarabajillo en el Pistacho y medidas de protección ante una plaga.
Descripción:
Se trata de un coleóptero defoliador de la familia de los crisomélidos. Está presente en multitud de áreas de la geografía peninsular. Los adultos poseen el tórax de color negro metálico y miden entre 6-12 mm de longitud. Los élitros son de color anaranjado, con dos puntos negros, uno en cada hombro. Tienen un marcado dimorfismo sexual, las patas delanteras de los machos son más largas que las de las hembras, y éstos presentan la parte superior del tórax más desarrollada que la de las hembras. Los huevos son cilíndricos y acaban en un vértice cónico; son inicialmente de color claro y se van oscureciendo a medida que evolucionan hacia la eclosión.
Las larvas poseen unos 15 mm de longitud y son de color crema. Durante el mes de mayo (aunque depende de las condiciones climáticas) los adultos se desplazan desde las hierbas próximas a las plantaciones, permaneciendo en los árboles jóvenes de cuyas hojas tiernas se alimentan vorazmente, pudiéndolo defoliar en pocas horas. Los acoplamientos tienen lugar en los mismos árboles, aunque luego se desplazan a la maleza donde realizan su puesta en hojas y ramitas en grupos de unos 10 huevos que eclosionan a los 12 días. Cuando salen las larvas se refugian en el suelo, hojas secas, etc. Si las condiciones atmosféricas son propicias puede haber una segunda generación.
Síntomas y daños:
El adulto de este coleóptero devora las hojas del pistacho con mucha rapidez, en su voracidad a veces sólo dejan intactos los nervios de las hojas, con el consiguiente debilitamiento del árbol o la muerte en casos graves. Se le debe prestar una especial atención por los cuantiosos daños que puede llegar a ocasionar, sobre todo en las plantaciones más jóvenes o en las hojas más tiernas de los árboles adultos. En pocas horas pueden acabar con árboles de 1-2 años, pelando incluso la corteza de las ramas. Los árboles mayores sólo son atacados cuando no encuentran árboles jóvenes de los que alimentarse.
Período crítico para el cultivo:
Esta plaga actúa preferentemente durante el mes de mayo afectando a las hojas y brotes tiernos. Las plantas jóvenes son muy sensibles.
Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:
Hay que vigilar la presencia de hierbas hospedantes de la plaga (e.g. crucíferas del género Eruca sp.) en parcelas colindantes, en las cunetas y lindes, así como en las propias calles del cultivo. Son un buen indicador de la presencia de este coleóptero. A menudo (si las condiciones son favorables) los ataques son repentinos y devastadores, localizándose por lo general en focos aislados de la plantación.
Medidas de prevención y/o culturales:
Se aconseja como medida preventiva, realizar movimientos de la tierra en invierno cuando las pupas están enterradas. Labrando el terreno se destruyen muchas larvas. La práctica del no cultivo favorece los ataques de este parásito. Otra técnica ecológica para combatir esta plaga consiste en sacudir la planta para que los adultos caigan al interior de una bolsa colocada debajo de los árboles afectados. Caen muy fácilmente, sobre todo a primeras horas de la mañana; más entrado el día suelen escapar volando. Cuando estos coleópteros atacan a un injerto de pistacho del mismo año el riesgo para la planta es mayor debido al escaso follaje. En este caso, se puede recomendar no cortar el patrón por encima del punto de injerto para que actúe como ‘cebo distractor’.
Umbral/Momento de intervención:
No existe un umbral definido, la presencia de adultos en hojas y brotes tiernos en algún árbol de la plantación sería razón suficiente para actuar contra la plaga.
Medidas alternativas al control químico:
Además de los medios señalados en este apartado, para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico:
- Medios biológicos: Control de la plaga mediante microorganismos entomopatógenos. Es conveniente tratar de proteger a la avifauna entomófaga (e.g. mirlos, estorninos).
- Medios físicos: Si se trata de ataques muy localizados se puede recurrir al golpeo manual de las ramas y a la recogida de los insectos en bolsas.
Medios químicos:
Existen productos autorizados en Agricultura Ecológica, que aunque son menos eficaces que los empleados en tratamientos convencionales, son más respetuosos con el entorno. En ataques fuertes, cualquier insecticida de los autorizados para esta plaga en cultivo de pistacho puede ejercer un control eficaz. Se podrán utilizar, en el caso de que existan, los productos fitosanitarios autorizados para este uso en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a consultar en su web.
Bibliografía:
COUCEIRO, J. F.; GUERRERO, J.; GIJÓN, M. C.; MORIANA, A.; PÉREZ, D.; RODRÍGUEZ, M. (2013). El cultivo del pistacho. Mundi-Prensa. GARZÓN, A.; BENGOCHEA, P.; HIERNAUX, L. (2014). Técnicas y métodos ecológicos de equilibrio entre parásitos, patógenos y cultivos. Ediciones Paraninfo.
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