ENTRENUDO CORTO INFECCIOSO
Y VIROSIS AFINES DE LA VID
ENTRENUDO CORTO INFECCIOSO Y VIROSIS AFINES DE LA VID (Grapevine fanleaf virus, GFLV
y Arabis mosaic virus, ArMV)
Información sobre el Entrenudo Corto Infeccioso y Virosis Afines de la Vid y medidas de protección ante estas enfermedades.
Descripción:
Estos virus pertencen al género de los nepovirus y son transmitidos por nematodos del género Xiphinema.
Síntomas y daños:
Hay un debilitamiento general de la planta, muchas veces sin síntomas claros, que acorta la vida útil de la cepa. En las hojas, lo más característico son los mosaicos blancos o amarillos, que pueden estar acompañados por una deformación, tal que los senos se marcan menos y los dientes del borde más (fanleaf= hoja en abanico). Los sarmientos no se desarrollan normalmente: un entrenudo, hacia el 6º o 7º nudo, queda anormalmente corto, o aparecen bifurcaciones (fasciaciones), que pueden quedar soldadas (sarmiento aplastado).
Debido a su transmisión por nematodos del suelo, es frecuente que los síntomas aparezcan por rodales en la viña (se puede confundir con clorosis férrica). Estos síntomas pueden no expresarse en todas las campañas; por lo que hace falta un análisis de laboratorio para confi rmar la ausencia de los virus. Es más consistente la inducción de corrimiento, que resulta en una menor carga de uva y una maduración adelantada. El vino sale “gordo”, con más grado y color. La merma en producción de uva es considerable y las viñas muy afectadas (más del 30% de cepas enfermas) suelen ser arrancadas por improductivas hacia los treinta años (en vaso) frente a los cincuenta o más que duran las sanas. En vivero, disminuye el agarre de los injertos.
Periodo crítico para el cultivo:
No existe tratamiento para los virus en el campo. Una vez que una cepa enferma, así sigue para toda su vida. Sin embargo, pueda haber altibajos en la expresión de síntomas de un año para otro. En primaveras frías, estos virus potencian marcadamente el corrimiento de flor.
Estado más vulnerable de la enfermedad:
Ya que no hay lucha química directa en campo, el control sólo puede ser preventivo: plantación de material sano y control de vectores. Esto es prácticamente imposible con la viña en pie y sólo se puede llevar a cabo en replantación. El entrenudo corto (GFLV) es transmitido por el nematodo Xiphinema index y el mosaico del arabis (ArMV) por X. diversicaudatum. Estos últimos son raros en España y se restringen a los climas más frescos (Rías Baixas y Rioja Alavesa). Al tratarse de plagas del suelo, aparecen en la viña por rodales y se encuentran a salvo de la mayoría de productos químicos. Además, son capaces de sobrevivir años después del arranque.
La plantación es el momento de incorporar material vegetal sano. Ha de utilizarse material certificado o estándar, producido de acuerdo con el Reglamento Técnico correspondiente y supervisado por los Servicios Oficiales. Aunque un viticultor o bodega desee realizar una selección masal para la conservación de su propio material y sin comercialización a terceros, es imprescindible el análisis de laboratorio. Al seleccionar cepas con producción no muy alta, racimo suelto y alto contenido en polifenoles, se puede primar, involuntariamente, el material infectado.
Seguimiento y estimación del riesgo para el cultivo:
La aparición de los síntomas característicos confirma la presencia de la enfermedad. Sin embargo, para conocer realmente su incidencia es necesario el análisis de laboratorio (ELISA o RT-PCR). Ambos virus se detectan con fiabilidad a lo largo de prácticamente todo el ciclo de cultivo, si bien son preferibles los tejidos jóvenes (ápices de pámpanos en primavera). Se toman muestras de cincuenta a cien cepas por hectárea, formando una X, dejándolas marcadas para campañas sucesivas. Una distribución por rodales en la viña hace sospechar que haya nematodos transmitiendo, mientras que una distribución al azar indica una infección proveniente del material plantado.
Medidas de prevención y/o culturales:
En replantación: analizar suelo para nematodo y utilizar material sano. El barbecho en ausencia de raíces vivas de vid es una medida eficaz, si es económicamente asumible para el viticultor. Históricamente se ha trabajado con un período de siete años, pero se puede modular en función de la población de nematodo (ver más adelante) A falta de fumigantes químicos, es necesario desarrollar el uso de cultivos nematicidas, que se pueden combinar con solarización. Sin embargo, a día de hoy, no se tienen los conocimientos necesarios para dar recomendaciones concretas al viticultor. Apenas hay resistencia genética al virus en el germoplasma de vid, existiendo más para el vector. En California, Alemania y Francia se han desarrollado patrones resistentes a los nematodos vectores, que retrasan el progreso del virus en la viña. Sin embargo, no están autorizados en España y algunos adolecen de exceso de vigor. Además de retrasar la infección de la viña en pie, disminuyen la población de nematodos, haciendo el cultivo más sostenible de cara al futuro.
Umbral/Momento de intervención:
En viñas comerciales, el análisis de virus sólo tiene sentido informativo, con el fin de explicar una falta de vigor general de la viña o para estimar la vida que le pueda quedar. En campos de pies madre está regulado reglamentariamente. Aunque ya se ha citado la conveniencia de dejar un período de 7 años de barbecho (mínimo 4 años) entre el arranque y la nueva plantación, se quiere reseñar que en Burdeos se ha propuesto recientemente una escala de años de barbecho previos a la replantación, en función de la población de nematodos. Está pensada siempre con un tratamiento herbicida a las cepas antes del arranque.
Medidas alternativas al control químico:
Para minimizar el uso de los medios químicos, hay que considerar las medidas de prevención y/o culturales, pudiendo ser alternativas al control químico.
Medios químicos:
No hay control químico directo. Históricamente, se han fumigado los suelos de las viñas antes de replantar, con el fin de reducir las poblaciones de los nematodos vectores. En el momento de la publicación de la guía no existen nematicidas sistémicos autorizados para su uso en viña. En cambio, es altamente recomendable matar las cepas con herbicida el otoño previo al arranque, de manera que no haya rebrotes de raíz que ayuden a mantener con vida a la población del vector. Para la desvitalización de las cepas se aplica un herbicida justo después de la vendimia, con el follaje todavía funcional. Se deben evitar dosis elevadas, de efecto espectacular, pero que no tienen tiempo de traslocarse a la raíz.
Bibliografía:
Para más información, consultar: Cabaleiro, C., Legorburu. F. J., Velasco, L., Olmos, A. y Padilla, V. (en prensa). Virus de la vid, en Cambra, M., Moriones, E., Llave, C. y Ayllón, M. A. coordinadores, Enfermedades de las plantas causadas por virus, SEF-Phytoma, Valencia. Legorburu, F. J. (2012). Virus en el viñedo y material de plantación. Tierras 195: 106-112. Padilla, V. (2004) Entrenudo corto infeccioso, páginas 261-265, y Selección clonal-sanitaria, páginas 280-283; en Barrios Sanromá, G., Coscollá, Ramón, R., Lucas Espadas, A., Pérez de Óbanos Castillo, J. J., Pérez Marín, J. L. y Toledo Paños, J., coordinadores, Los parásitos de la vid. Estrategias de protección razonada, 5ª edición. MAPyA – Mundiprensa, Madrid. Palomares-Rius, J. L., Gutiérrez-Gutiérrez, C y Castillo, P. (2011). Transmisor del virus del entrenudo corto de la vid (Xiphinema index), en Andrés-Yeves, M. F. y Verdejo-Lucas, S., coordinadoras, Enfermedades causadas por nematodos fitoparásitos en España. Sef-Phytoma, Valencia: 235-247.
PROTECTORES RECOMENDADOS PARA VIña
Variedades: Bobal, garnacha Tintorera, Macabeo, Tempranillo, Cabernet Sauvignon.
Protectores Cuidatree recomendados para vid:
- 35×20 perforado
- 50×14 perforado,
- 60×14 perforado.